¿Cómo llegó Río de Janeiro a la quiebra?
Gastos en la organización de los Juegos Olímpicos y el Mundial, mala gestión y la caída del precio del petróleo explicarían la medida.
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Una serie de factores determinó que el gobernador en ejercicio de Río, Francisco Dornelles, decretara el pasado viernes 17, a apenas 49 días del inicio de los Juegos Olímpicos, el estado de calamidad pública a causa de la elevada deuda del Estado. Expertos consultados por DW temen que se genere un “efecto dominó”, pues varios otros estados padecen las mismas dificultades financieras.
Los motivos que explican lo sucedido en Río son numerosos. Entre ellos está la baja del precio del barril de petróleo y, en consecuencia, de las ganancias para Río, además de una menor recaudación del IVA debido a la crisis financiera, los enormes gastos de organización de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol y, por si fuera poco, errores en la gestión de las finanzas públicas.
“Las inversiones, tanto para los Juegos como para el Mundial, así como la mala gestión, fueron decisivos para acelerar este escenario. De lo contrario, todo esto pasaría, pero más adelante”, afirma José Matias-Pereira, especialista en administración pública de la UNB. “Ese decreto tiene como finalidad transferir la ‘papa caliente’ al Gobierno federal, debido a que el Estado fue incapaz de resolver su problema fiscal”, agrega el experto.
Uno de los motivos entregados para la aplicación de esta medida es que la crisis impide al Estado cumplir con los compromisos adquiridos con los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Según la Sociedad Olímpica Municipal, Río ha invertido cerca de 10 mil millones de reales, de los cuales 8 mil 600 millones son recursos estatales y el resto, privados. Entre los proyectos en obras está la Línea 4 del Metro, que podría no estar terminada para los Juegos si no llega dinero fresco, así como la recuperación de las estaciones ferroviarias y la descontaminación de la Bahía de Guanabara.
Con la declaración del estado de calamidad, Río debería recibir 2,9 mil millones de reales del Gobierno federal para terminar el Metro y pagar las horas extras a policías y los salarios a quienes trabajen en los Juegos Olímpicos.
Déficit de 19 mil millones de reales
El mismo día en que el gobernador anunció la medida, el secretario estadual de Hacienda, Júlio Bueno, dijo que la revisión de déficit en el presupuesto de 2016 asciende a los 19 mil millones de reales. Muchos expertos, sin embargo, creen que Bueno podría quedarse corto. El Estado también sufre con la desvalorización del barril de petróleo, que costaba en torno a los 105 dólares en julio de 2013 y, actualmente, ronda los 50 dólares. Esto, pues las ganancias que recibe el Estado dependen directamente del precio del barril. Por ello, Río recibirá en 2016 tres mil 600 millones de reales, en comparación con los 5 mil 500 millones de 2015.
Cuando el precio del barril estaba a buen precio, el Estado amplió sus gastos y el pago de los empleados, jubilados y pensionados del Poder Ejecutivo se disparó. Según datos de la Secretaría de Estado de Planificación y Gestión, en 2010 estos ascendían a 17 mil 200 millones de reales. En 2016, esa cifra había llegado a los 37 mil millones de reales.
“Efecto dominó”
El Gobierno federal teme que la decisión de Río comprometa las negociaciones de las deudas de otros Estados. En una reunión realizada este lunes 20 de junio en Brasilia, los gobernadores de 18 Estados pidieron un período de gracia de 24 meses y 20 años para pagar la totalidad de sus deudas. “Existe el peligro de que otros también decreten el estado de calamidad y se produzca una reacción en cadena”, dice Matias-Pereira. “El Distrito Federal, Rio Grande do Sul y Minas Gerais viven situaciones muy similares. Río de Janeiro abrió la puerta y, como dice el refrán, donde pasa un buey pasa una manada”.
El decreto publicado en el Diario Oficial del Estado no deja claro cuáles son las implicaciones de esta medida, pero en estos casos se agiliza la concesión de ayudas y préstamos, además del financiamiento de las agencias federales. También pueden moverse recursos de unas áreas a otras y el Estado puede realizar contratos sin recurrir a licitaciones.
En una entrevista para un diario carioca, el gobernador dijo que el Estado está reduciendo el costo de la administración pública en un 30 por ciento, revisando los 100 mayores contratos y racionalizando servicios. Añadió que el dinero federal será utilizado para invertir en el Metro y en la seguridad y no para pagar a los funcionarios. Según él, los Juegos Olímpicos serán un éxito, incluso si el Gobierno Federal no transfiere recursos.