Cuba y Estados Unidos restablecen sus relaciones con la apertura de la embajada cubana
El canciller cubano Bruno Rodríguez participó en la ceremonia donde se izó la bandera en la sede diplomática de Washington después de 54 años. «Sólo eliminar el bloqueo y desocupar Guantánamo darán sentido a este paso histórico», afirmó.
(Video: La Voz de América)
El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, presenció el acto izamiento de la bandera cubana en la embajada de su país en Washington, unas diez horas después que Estados Unidos y Cuba restauraran relaciones diplomáticas.
Decenas de personas se dieron lugar a la ceremonia realizada en los terrenos de la embajada, situada sobre la calle 16 en Washington Heights de la capital estadounidense.
Hubo gritos a favor de las relaciones entre los dos países, y otros que aplaudían a Cuba pero no a los Castro, mientras en el fondo se escuchó el himno nacional cubano.
Las relaciones entre los dos países quedaron restablecidas justo después de la medianoche de domingo para lunes, poniendo fin a más de cinco décadas de Guerra Fría y hostilidad cuando entraron en vigor los términos del acuerdo alcanzado en solo seis meses de negociaciones tras los anuncios de acercamiento en diciembre del año pasado.
Desde la medianoche las misiones diplomáticas de ambos países dejaron de ser secciones de intereses para convertirse en embajadas, pero mientras en Washington habrá una ceremonia formal de reapertura de la sede diplomática cubana, en La Habana, la sección de interés estadounidense solo tiene previsto anunciar su conversión con un comunicado, a la espera de una ceremonia formal el mes próximo.
El secretario de Estado, John Kerry, visitará Cuba para esa ceremonia pero este lunes se reunirá con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y ambos ofrecerán una rueda de prensa.
En las calles de La Habana, los cubanos estaban optimistas de que este podría ser el primer paso hacia una normalización total de las relaciones.
“Para nosotros, esto es significativo. Es importante. Creo que es un paso decisivo hacia la normalización. En otras palabras, como cubanos, nosotros celebramos eso y quedamos a la espera de lo que pueda pasar”, dijo un profesor cubano, Alberto Matos.
Un sentimiento parecido pudo observarse en el noreste de Washington, el vecindario donde se ubica la embajada cubana.
“Es bueno para las relaciones entre los dos países. Han sido 60 años de no hablar, de no relacionarse y no ha servido de nada, así que con la apertura, al menos va a comenzar un discurso y se va a volver interesante y emocionante ver hacia dónde nos lleva”, dijo Jeremy Rechtein, un residente de Washington.
No obstante, algunos legisladores estadounidenses, incluidos varios aspirantes destacados a la candidatura republicana, han prometido no revocar el embargo y anunciado que si alcanzan la presidencia darán marcha atrás en las decisiones de Obama sobre Cuba.