Dime qué café tomas y te diré quién eres
¿Cappuccino o espresso? ¿Latte o un simple instantáneo? La decisión no es sólo cosa de gustos, sino también de personalidad. Y no es uno, sino ocho, los tipos de consumidores.
Ya no es la ropa o la decoración de la casa. Ni siquiera el auto que manejamos. Porque ahora el café que tomamos cada mañana también habla de nuestra forma de ser, gustos o nivel de estrés. Eso es lo que plantean la experta en lenguaje corporal Judi James y el escritor James Moore en su nuevo libro The you code:
1. Espresso: si usted empieza el día con este «cigarrillo sin filtro» del café, de acuerdo a los autores, lo más probable es que tenga una personalidad cambiante y sea un trabajador esforzado que no se cansa. Y un líder nato al que le gusta que sus objetivos se cumplan rápidamente. Pero no sólo eso, porque su inclinación por este concentrado revela que también goza con largas fiestas hasta la madrugada. Y en el amor, se vanagloria por ser un amante que no tiene entre su vocabulario la palabra fidelidad.
2. Café negro: si lo suyo es esta amarga bebida, entonces también lo será el minimalismo. Porque en el libro, los que la toman tienden a preferir objetos sin adornos e ir directo al grano en cualquier situación. Tienen mal genio y son ensimismados, pero con arranques de extroversión. En resumen, de carácter difícil, pero con buen corazón.
3. Latte: al tomar este tipo de café con leche espumante los demás sabrán que es una persona metrosexual: preocupada por mantener el mejor «look» y no subir un gramo. Aunque hay más, porque seguramente es complaciente y busca la constante aprobación del resto. Y si usted es jefe, dé por hecho que lo critican por no saber «golpear la mesa».
4. Cappuccino: ¿Quién podría odiar a un optimista y extrovertido, que relata historias de una forma tan chispeante como la espuma de este café? Además, según el libro, son personas sencillas que jamás se obsesionarían con objetos materiales y ni siquiera se preocupan de los detalles sin importancia.
5. Café instantáneo: alegres, correctos, de risa fácil y gozadores. Así describe James a los que prefieren el café de tarro. Aunque también los caracteriza como personas a las que no les gusta correr riesgos.
6. Descafeinado con leche de soya: ¿Es un acérrimo miembro de Greenpeace y hace años que se opone a la caza indiscriminada de ballenas? Entonces usted es de esos que jamás «envenenaría» su cuerpo con la cafeína de un espresso o la espuma repleta de grasa de un cappuccino. Pero su salud no es lo único que le preocupa, porque también está pendiente de que todo salga perfecto y a su manera.
7. Frappuccino: según Moore y James, a los que les gusta esta variante son personas frívolas y superficiales, más pendientes de marcar tendencias e impactar con su estilo de vida y de vestir que mantener sus relaciones de pareja.
8. ¿No toma ningún tipo de café? Usted va con miedo por la vida, dice James. Y si su sabor realmente lo descompone, entonces usted se comporta como un niño.
Fuente: La Tercera.com