Estuvimos en Viña un Día: 2013, un año para reivindicarse
Tras el desplome de las cifras del rating en 2012, Chilevisión tuvo una ardua tarea por delante para reivindicarse en 2013 no sólo con el municipio viñamarino, sino con el público en general.
La nota es de Emilio Freixas.
No, el título no es ninguna exageración. Tras el desplome de las cifras del rating y un veto a la prensa como consecuencia de las extravagantes exigencias de Morrissey y Luis Miguel en 2012, hecho que les mencionamos en el articulo anterior, Chilevisión tuvo una ardua tarea por delante para reivindicarse en 2013 no sólo con el municipio viñamarino, sino con el público en general.
Noches Temáticas: Juntos pero no revueltos
Y es que si lo vemos detenidamente, hubo show para todos los gustos, como siempre lo ha sido en un espectáculo como este, pero con una fuerte apuesta a las noches temáticas.
Sin ir más lejos, la noche inaugural contó con el grupo mexicano Maná y los venezolanos Chino & Nacho, además de Hermógenes Conache en el humor.
La segunda jornada fue denominada «noche de reyes«, y con justa razón: el denominado «Rey de la Bachata», Romeo Santos, hacía su estreno en la Quinta Vergara como solista tras su presentación con el grupo Aventura (ya disuelto) en 2011, mientras que el «Rey del Reggaeton» Daddy Yankee, iba por su tercera y (hasta ahora) última presentación en el «Festival de los Festivales». En el humor, la apuesta no podía ser menor: Los Atletas de la Risa, quienes llegaban con el cartel del número humorístico más potente de Viña 2013 tras su exitoso paso el año anterior en el festival Viva Dichato 2012. Lógicamente se llevaron todos los premios habidos y por haber.
La tercera jornada fue definitivamente una «noche de fanáticos«, ya que el español Miguel Bosé, el artista extranjero que más veces se ha presentado en la Quinta Vergara, fue el responsable de abrir los fuegos aquella noche, mientras que el cierre estuvo a cargo de la banda pop-rock estadounidense Jonas Brothers. El humor, en tanto, estuvo a cargo de un desconocido Nancho Parra, cuyo único mérito era ser el ganador del programa de Chilevisión «El Rey del Show». No obstante, le tomó sólo 20 minutos ganarse al «Monstruo» para terminar llevándose todos los premios.
La «noche chilena«, desde su instauración, ha tenido una dicotomía no menor para justificar su permanencia. Por un lado goza de la preferencia del público. Sin embargo, es la que reporta menos venta de entradas del certamen. Con todo, 31 Minutos se transformó en lo más visto de la noche con un peak de 53 puntos, marcó un hito al ser el primer (y hasta ahora el único) show de títeres que registra la Quinta Vergara, y como si fuera poco, generó 9 de 10 Trending Topics en Twitter; Francisca Valenzuela derrochó belleza y talento por partes iguales para terminar llevándose todos los premios; Jorge Gonzalez, en tanto, echando mano al repertorio de su ex-banda Los Prisioneros, y a pesar de salir a escena pasadas las 2 y media de la madrugada, supo mantener prendido al público que aún quedaba a esa hora en el anfiteatro viñamarino; el humor merece análisis aparte, ya que Bastián Paz, un joven humorista salido del programa Coliseo Romano de Mega, marcó un peak de 50 puntos sin hacer gala de un gran show. Contradicciones que sólo ocurren en Viña.
La quinta jornada fue, posiblemente, una de las más esperadas. Y con razón. Era la llamada «noche de leyendas«, que reuniría en el mismo escenario a verdaderos monstruos de la música: el británico Elton John, quien tiene a su haber casi medio siglo de exitosa trayectoria y más de 250 millones de discos vendidos. 80 minutos que dejaron gusto a poco y que confirma su estatus de lujo en cualquier escenario donde se presente; Albert Hammond, aún en calidad de jurado, protagonizó un reencuentro emotivo con el público chileno. No en vano, el intérprete de éxitos como «Échame a mi la culpa» se presentaba por cuarta vez en la Quinta Vergara y con méritos de sobra (su última actuación previa fue en 1998); y si hablamos de leyendas chilenas, nadie como La Sonora de Tommy Rey para cerrar una verdadera fiesta; el humor estuvo a cargo de Memo Bunke quien no se subía a la Quinta Vergara desde el año 2003, totalizando así 4 presentaciones en el principal evento musical del país. Y si bien sufrió las primeras pifias del público en aquella oportunidad, no se dejó intimidar y desarrolló su rutina con absoluta normalidad.
La noche de clausura sencillamente tiró toda la carne a la parrilla: los reggaetoneros de Wisin & Yandel, la mexicana Gloria Trevi (que a diferencia de su debut en Viña en 1993, llegó más «moderada» y en calidad de miembro del jurado), el español Pablo Alborán (también como parte del jurado) y los argentinos de Los Auténticos Decadentes pusieron el marco perfecto una versión del Festival que se reivindicó con el público. Algo que, como veremos más adelante, resultaría vital para las pretensiones de renovar los derechos de televisación en la licitación de 2014