Keith Richards señala que fue perseguido por el poder británico
El guitarrista de los Rolling Stones asegura que le dieron penas «exageradas» por cargos menores.
El guitarrista de los Rolling Stones Keith Richards cree que fue objeto de una persecución por parte del poder establecido británico, cuando un juez intentó condenarles en 1967 a él y a Mick Jagger a exageradas penas de cárcel por delitos menores de posesión y consumo de drogas.
En su libro de memorias, «Life», cuyo contenido adelanta hoy el diario «The Times», el músico, de 66 años, explica que los componentes de los Rolling eran blanco de los poderes del «establishment», que estaban escandalizados por su estilo de vida disoluto.
Richards y Jagger fueron juzgados en 1967 por delitos de posesión y consumo de drogas después de una redada de la policía en la casa del primero en Redlands (sureste de Inglaterra), donde celebraban una fiesta multitudinaria en la que estaba presente también la cantante Mariane Faithfull, entonces novia de Jagger.
En un famoso juicio, el juez condenó a Richards a un año de cárcel por permitir que su casa se utilizara para el consumo de cannabis, mientras que Jagger recibió tres meses por llevar encima cuatro pastillas de anfetamina.
Las sentencias, que querían ser ejemplares en un momento en que los Rolling representaban la anarquía y la decadencia en el mundo de la música, fueron finalmente revocadas, en parte por la intervención del entonces director del «Times», William Rees-Mogg, que criticó la parcialidad del veredicto en un editorial titulado «¿Quién rompe a una mariposa posada en una rueda?».
«Nos salvó Rees-Mog, porque, créanme, me sentía como una mariposa en ese momento, y me iban a romper», relata Richards en su libro.
En su editorial, el director del periódico argumentaba que los acusados no hubieran recibido sentencias de ese calado si hubieran sido personas anónimas, dado que, por ejemplo, las pastillas contra el mareo en alta mar que llevaba Jagger se habían comprado legalmente en Italia (si bien la importación se había hecho ilegalmente sin receta médica).
En su libro, Richards mantiene que los Rolling Stones estaban siendo perseguidos por los poderes del «establishment» británico, defensores de los valores tradicionales, que detestaban al grupo por sus excesos y el mal ejemplo que supuestamente daban a los jóvenes.
«Qué sentencia tan ridícula. ¿Tanto te odian? Me pregunto quién estaba susurrándole al oído a juez», explica el músico que pensó cuando le condenaron.
«El lado más oscuro fue descubrir que nos habíamos convertido en el punto focal de un ‘establishment’ nervioso», afirma en el libro, y añade que las autoridades «tenían que dejar en paz a los Beatles porque ya les habían dado medallas. Nosotros nos llevamos el clavo».
Según lo adelantado hoy, el guitarrista también habla en su libro de la rivalidad en el amor entre él y Jagger, que les supuso algunas fricciones.
Cuando Jagger tuvo una aventura con la novia de Richards, Anita Pallenberg, éste se lio con Faithfull.
Según Richards, el coqueteo de Jagger con Pallenberg «puso más distancia» entre ambos músicos que cualquier otro asunto, aunque, de acuerdo con el guitarrista, probablemente «más por parte de Mick», y «seguramente para siempre».
Fuente: La Tercera.com