LOS HERMANOS GALLAGHER LO HICIERON DE NUEVO: OASIS TRIUNFA POR TERCERA VEZ EN CHILE
La banda británica se presentó anoche ante una Arena Movistar prácticamente repleta, mezclando sus éxitos con canciones nuevas y luciendo la tradicional distancia de sus dos principales integrantes.
SANTIAGO.- Liam Gallagher canta, como siempre, brazos atrás y levemente inclinado, hasta que de pronto se aparta unos metros del micrófono y queda simplemente de pie, quieto e impertérrito.
Es la escena que más se repite a lo largo de esta noche en la Arena Movistar, durante la tercera presentación en Chile de la banda británica Oasis. Un grupo que en la displicencia de su vocalista y la quietud de sus músicos logra, tal vez sin quererlo y de forma curiosa, despojarse de aparatos y parafernalias, para dejar que sean las canciones las que hablen.
Hasta el propio entorno parece ratificar esa idea. Poco después de las 21 horas, y tras el correcto teloneo de los chilenos Primavera de Praga, se encendió el sencillo escenario, de sólo cinco estructursas de focos, iluminación insuficiente y una amplia cortina aterciopelada de fondo. Un ambiente en el que hasta se dieron el gusto de prescindir de esa verdadera norma en que se han transformado las pantallas gigantes.
Pero de inmediato esa mezcla de apariencia poco estimulante parece superada: Apenas comienza a sonar «Rock ‘n’ roll star», de su exitoso primer disco Definitely Maybe (1994), las cerca de 11 mil personas que casi llenan el recinto de Parque O’ Higgins simplemente se entregan al impulso rockero de la banda britpop que, curiosamente, más se aleja de ese elaborado estereotipo sonoro de los noventa.
Lo de Oasis es rock tradicional con sobrecarga de distorsiones, y ese fue el menú que hoy entregaron, alternando éxitos de sus discos anteriores con algunas canciones de su último álbum, el regenerativo Dig out your soul (2008).
Precisamente de la mano de uno de los temas más altos de esa producción, «Waiting for the rapture», vino la primera toma de mando por parte de Noel Gallagher, hasta entonces completamente aislado en el lado izquierdo del escenario. El apoyo del público es total, y el mayor de los hermanos en torno a los cuales orbita el «concepto Oasis» deja en claro que su registro es notablemente menos estrecho que el del cantante al que dice no soportar, pese a la consanguinidad.
La alternancia en el micrófono sólo se repitiría en un par de ocasiones a lo largo de una noche que siguió con temas como «Songbird», «Slide away» y «Morning glory», y que dejó los mayores éxitos para el tercio final. Así llegó el primer karaoke con «Wonderwall» y la salida de escena con «Supersonic», para volver de nuevo con Noel al frente en una íntima versión «Don’t look back in angel», ampliamente coreada por el público.
Y entonces esa marcada división familiar, que a veces huele a marketing, parece volver a emerger y se confirma tras el cierre con «I am the walrus», de The Beatles. Todo se marchan pronto, incluido Liam Gallagher, mientras Noel se permite alargar en unos segundos su despedida del público, solo sobre el escenario. La gente lo aplaude y lo nombra y el mayor de los hermanos saluda. La película, para todos, parece quedar un poco más clara.
Fuente: Emol.com