MARTHA WASH CONSOLIDA A LA DISCOTECA BROADWAY COMO EPICENTRO DEL DANCE NOVENTERO
Tras las actuaciones de Corona, La Bouche y Haddaway, la ex-vocalista de C+C Music Factory llega al local de la Ruta 68
SANTIAGO.- Prácticamente todos tienen su local: Los ochenteros, los góticos, los rockeros, los electrónicos y hasta los devotos del reggae. Y los que no encuentran un lugar al que ir todos los viernes y sábado, al menos tienen un consuelo con regulares fiestas kitsch, disco e incluso grunge, entre muchas otras.
Pero en ese nivel de especificidad había un grupo que estaba quedando huérfano: Son los que aún no sacan de sus equipos los casetes del dance y el house que a principios de los 90 se tomaron las radios, tal como hoy lo hace el reggaetón.
Hasta que en marzo reabrió la discoteca Broadway, que de la mano de algunas figuras que en los primeros momentos de la década pasada sonaron hasta el hartazgo (aunque luego no se haya sabido más de ellos), ha encontrado un verdadero nicho vacante.
Esa misma veta es la que seguirán explotando con la actuación que allí ofrecerá Martha Wash, los próximos 13, 14 y 15 de agosto. La cantante se suma así a nombres como Corona («The rythm of the night»), La Bouche («Be my lover») y Haddaway («What is love»), los recordados «one hit wonders» que han pasado por el local este año, desde su reapertura en marzo.
La voz de Wash llegó por primera vez a los ránkings en los 80, gracias a temas como «It’s raining men».
En los 90 volvería de la mano de C+C Music Factory, con canciones como «Gonna make you sweat (everybody dance now)», pero también con algo de polémica, a causa precisamente del video promocional para ese tema. En él, los productores optaron por prescindir de su participación, para ubicar como protagonista a la otra vocalista del grupo, Zelma Davis, sincronizando sus labios sobre el canto de Wash.
El hecho daría pie a una demanda por parte de la cantante, pese a que luego volvería a trabajar con el grupo, antes de dedicarse plenamente a su carrera en solitario, con la que no ha conseguido nuevos éxitos radiales como los de antaño, pero sí seguir paseándose por discotecas de los más diversos lugares del mundo.