Miden por primera vez el nivel de falsificación de cantidad de escuchas en el streaming musical
Un mínimo de entre el 1% y el 3% (entre 1.000 y 3.000 millones de streams) de las escuchas en línea han sido falsas en 2021. La realidad de la estafa sería muy superior, perjudicando a artistas.
Las cifras públicas sobre la cantidad que un tema es reproducido en las plataformas de música son objeto de manipulaciones.
El primer estudio mundial de este tipo sobre el streaming musical arroja que entre el 1% y el 3% de las escuchas en línea son falsas, según los datos correspondientes a 2021 en Francia desvelados este lunes por el Centro Nacional de la Música (CNM), que supervisa el sector.
Al «inflar artificialmente el volumen de consumo de una o varias pistas, se aumenta la reputación y el valor económico de un proyecto o de un artista», denunció a principios de diciembre la Unión de Productores Fonográficos Franceses Independientes.
Quienes falsifican las cifras de la música en línea emplean un proceso similar al de los “influencers” en las redes sociales, por ejemplo, contratando los servicios de «granjas de clics». Gracias a esto, una miríada de ordenadores reproducirá sus temas una y otra vez en las plataformas de distribución, normalmente a través de cuentas falsas que se han abierto con tarjetas de crédito caducadas o robadas.
Un fenómeno mayor al que se puede probar
Según indicaciones de plataformas (Deezer, Qobuz, Spotify) y distribuidoras (Universal, Sony, Warner, Believe y Wagram), el CNM establece que, en Francia, en 2021, entre 1.000 y 3.000 millones de streams, «como mínimo», eran falsos, es decir, entre el 1% y el 3% de las escuchas totales.
Es «seguro que la realidad de los falsos flujos supera lo que se detecta, sin que sea posible llegar a una cifra precisa, ya que no entran en el ámbito de detección», afirma el presidente del CNM, Jean-Philippe Thiellay.
Las «cifras que circulan en los medios de comunicación, muy superiores al 3%, no se basan en ningún dato establecido y probado, lo que no nos permite contradecirlas», añade el funcionario.
Algunos profesionales «han indicado que han sido sondeados directamente por proveedores de servicios presentándoles sus ofertas de aumentos artificiales de streams y Deezer ha observado un aumento de los fraudes detectados en 2022», añadió.
6.499 euros por más de un millón de streams
La radio francesa y líder en audiencia France Inter recibió un correo electrónico con precios de una empresa que promete streams «100% franceses», que «no son bots (oyentes virtuales, nota del editor), sino personas reales que escuchan sus temas».
Según la emisora, los precios oscilan entre 129 euros por un paquete de 10.000 a 20.000 streams y 6.499 euros por más de un millón de streams.
Para su estudio, el Centro Nacional de la Música colaboró con la mayoría de los agentes del sector.
Sin embargo, el organismo lamenta «el hecho de que actores como Amazon Music, Apple Music y YouTube no hayan podido o no hayan querido compartir sus datos dentro del perímetro de observación definido, a pesar de todas las garantías de confidencialidad».
La autoridad define la manipulación fraudulenta de las escuchas en línea como «el aumento artificial del número de escuchas o visualizaciones, por parte de robots o personas físicas, con el objetivo de generar ingresos, mejorar el rendimiento de una pista en las listas de éxitos y/o guiar un sistema de recomendación (listas de reproducción, búsqueda)».
El CNM lamenta que «las granjas de streaming (ordenadores en red), el pirateo de cuentas, la imaginación de los piratas es rica y evoluciona».
El estudio ha establecido que todos los ámbitos se ven afectados por esta manipulación: hip-hop, pop/rock, clásica, “chanson” francesa o música ambiental. En concreto, en Spotify y Deezer, «la gran mayoría de los streams detectados proceden del hip-hop/rap: algo bastante lógico ya que son los géneros más escuchados en Francia (más del 50% del top 10.000 en Spotify y el 40% en Deezer)», señala el CNM.
Sin embargo, «en relación con el número total de canciones de hip-hop/rap escuchadas, estos streams fraudulentos sólo representan un porcentaje muy pequeño, el 0,4% en Spotify y el 0,7% en Deezer».
En comparación, la proporción de streams detectados «como fraudulentos en el total de escuchas de un género determinado es significativamente mayor en el caso de la música ambiental (4,8% en Deezer)».
En el actual sistema de reparto de los ingresos por streaming musical -generalmente un fondo común dividido a favor de los más escuchados-, el que «infla sus cifras de escuchas se lleva una parte de la remuneración de todos los que no hacen trampas», analiza el CNM.