Opinión: Desafíos Energéticos para Los Ríos

Pablo Diaz Barraza
Seremi de Energía, Región de Los Ríos.-

La región de Los Rios es una de las más nuevas del país, su creación se da en 2007 después de 30 años de esfuerzo de sus dirigentes sociales y políticos. Esto, permite establecer la primera característica que debe tener una conversación energética: la participación. Así, el primer desafío que se plantea es generar espacios de participación real para los habitantes. La generación eléctrica por ejemplo, se debe abordar desde una relación de beneficio entre la empresa, el medioambiente y las comunidades que comparten el territorio desde etapas tempranas de un proyecto, generando juntos iniciativas que entreguen bienestar.

Si hablamos de generación, se debe aumentar y diversificar la matriz instalada desde los 360 MW que hasta ahora se concentran en 3 de las 12 comunas, y que generan solo un 1,8 % de la energía del país; y apuntar al avance de las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) con potencial importante, hidroelectricidad, eólico, biomasa y biogás, entre otros. Pero, no queremos cualquier generación, promovemos una que se plantee en términos de sustentabilidad, que hable desde lo social y con visión de futuro.

Por ello, es fundamental establecer una «Política Energética Regional» basada en el diálogo, que defina qué queremos como marca energética y desde dónde se abrirán los espacios de fomento a actividades productivas y culturales que requieren de energía, que aborde de manera responsable el acceso a la energía de localidades que aún no tienen ese beneficio, que reconozca el aporte de la leña como un combustible utilizado por el 95% de la población y obviamente todo esto con una mirada de largo plazo.

Además, es importante avanzar en la formación de capital humano relacionado con energía. Como Estado, impulsamos grandes proyectos, que deben ser complementados con iniciativas privadas; el Programa de Fortalecimiento de Capacidades para Proyectos de ERNC en conjunto con el PNUD que comenzará este año, es un ejemplo de lo anterior.

Desafíos son muchos, pero el mayor de éstos está en generar un trabajo conjunto con todos los actores del sector para lograr una energía más sustentable, confiable, inclusiva y a precios razonables.