Opinión: Hacia una nueva Educación Pública
La Reforma Educacional que impulsa la presidenta Michelle Bachelet, es una de las transformaciones sociales más profundas que experimenta el país en las últimas décadas, consagrando el proyecto de Nueva Educación Pública el acceso a una educación de calidad desde la sala cuna a la educación superior como un derecho para todos los chilenos sin importar su nivel socioeconómico.
Con el objetivo de cumplir esta premisa, es que desde un inicio el Gobierno de la Nueva Mayoría ha trabajado una serie de políticas y normativas que tienen por objetivo consagrar este derecho y fortalecer el rol del Ministerio de Educación y su conjunto de sistemas; sumando a ello acciones para fortalecer la labor pedagógica de escuelas y liceos públicos a fin de garantizar experiencias educativas integrales, lo que se traduce en entrega de materiales educativos para la inclusión al mundo digital, entrega de implementación para el desarrollo de actividades físicas, recreativas y artísticas porque también queremos que nuestros niños aprendan jugando.
Igualmente a través del plan Estratégico de Infraestructura Escolar, hemos dado un gran paso para fortalecer la escuela pública y resituarla en el lugar que antaño tuvo, y hoy contamos con nuevos y mejorados espacios educativos que permiten a los alumnos y alumnas desarrollarse en ambientes seguros, inclusivos y con un mayor confort ambiental, mejorando así las condiciones para alcanzar una educación de calidad.
Uno de los pilares de la Nueva Educación Pública es la participación de todos los actores de la comunidad educativa, es por ello que este año se ha sumado la iniciativa Movámonos por la Educación Pública, la cual invita a los Consejos Escolares a transformarse en una comunidad creadora, protagonistas de su proceso de aprendizaje, la formación de sus alumnos y su proyecto educativo.
De esta forma estamos trabajando para asegurar una educación pública que promueva valores y actitudes tales como la colaboración, la innovación, el respeto y promoción de los derechos humanos, la participación democrática y la cohesión social por la vía de dar oportunidad de convivir en un mismo espacio pedagógico y formativo a niños, niñas, jóvenes y adultos de las más diversas condiciones y pensamientos. De este modo avanzaremos en disminuir la segmentación educativa y social que hoy nos afecta como país, logrando una convivencia más fraterna al interior de la comunidad nacional.
En Chile podemos tener una Educación Pública, gratuita y de buena calidad, es un derecho que debemos respaldar con nuestro compromiso, por eso invitamos a las familias a creer y matricular a sus hijos e hijas en los establecimientos públicos de nuestra región.