OPINIÓN | UACh, huellas en el territorio
La Universidad Austral de Chile celebra su sexagésimo cuarto aniversario, conmemorando, además, cincuenta años de la promulgación de la ley 16.848 (del 3 de junio de 1968) que consagró su autonomía, respecto de la Universidad de Chile. Este hito nos interpela en el presente y ha sido objeto de una decidida defensa de la historia, identidad e institucionalidad de la UACh, en el contexto de la discusión de la nueva ley de educación superior.
El 31 de mayo de 1968 en el Cine Club Universitario, el Presidente de la República, don Eduardo Frei Montalva, firmaba el documento que viabilizaba esta decisión a partir de la aprobación del Congreso Nacional. La separación definitiva de la tutela de la Universidad de Chile, fue una potente señal para el país al contar al sur del Bío Bío con una Universidad independiente en lo académico, administrativo y financiero.
Era 1968, año de importantes reformas en educación, la UACh contaba con 1.103 alumnos en las 12 carreras existentes: Medicina Veterinaria, Enfermería, Obstetricia, Tecnología Médica, Agronomía, Ingeniería Forestal, Tecnología del Sonido y Pedagogías en Castellano, Matemáticas y Física, Biología y Química, Inglés y Música.
En la actualidad la autonomía universitaria sigue siendo una de las tareas en debate, sólo que la Universidad Austral de Chile se sitúa entre las más relevantes y de mejores estándares de calidad en el sistema de educación superior. Prueba de ello son sus 6 años de acreditación en todas las áreas y su permanente posicionamiento entre las mejor evaluadas en los rankings universitarios de mayor prestigio. Su posicionamiento privilegiado en el sur-austral, proyectan un futuro promisorio, fuertemente asociado a la dinámica socio económica y cultural de los territorios en que está presente. El crecimiento demográfico y económico; su impacto en la sustentabilidad futura del país y del planeta; la descentralización política y administrativa; la implementación del nuevo sistema de educación superior, entre otras materias, abre un conjunto de desafíos y oportunidades para que la UACh pueda incrementar de manera significativa su aporte a la sociedad. Ello requiere de una estrategia de desarrollo que mire el futuro con decisión y optimismo.