Opinión: Universidad Austral de Chile, un hito descentralizador
Cada 7 de septiembre las comunidades del sur, y en especial la valdiviana, recuerdan la creación de la Universidad Austral de Chile. Un hito en el desarrollo de la educación superior en nuestro país que permitió, por primera vez en su historia republicana, contar con una Universidad al sur del Bío Bío. Se concretaba de esta manera una aspiración profundamente descentralizadora que contribuía a romper el diseño nacional de dos grandes universidades metropolitanas cuya política era la creación de sedes regionales dependientes de la ciudad de Santiago. Este proyecto liderado por el rector fundador Eduardo Morales Miranda y por el senador Carlos Acharán Arce, se convirtió prontamente en un auténtico dinamizador del desarrollo social, económico y cultural de las regiones del sur.
A lo largo de sus ya 63 años de historia la UACh fue recogiendo el aporte de otras instituciones de educación instaladas en el sur de Chile, como las escuelas normales y la Universidad Técnica del Estado. Hoy somos una comunidad vigorosa, emplazada exclusivamente en el sur austral de nuestro país (Valdivia, Osorno, Puerto Montt y Coyhaique) y con centros de investigación y gestión cultural en Frutillar, Chiloé, Magallanes, entre otros territorios. Más de 15.000 estudiantes y 3.000 académicos y personal de gestión y apoyo, son capaces de generar actividad académica compleja de pregrado, postgrado, investigación y vinculación con el medio, e impulsar la valoración del patrimonio histórico, cultural y natural de estas regiones. Lo anterior se traduce en una acreditación por seis años en todas las áreas y un posicionamiento nacional e internacional que la ubica entre las mejores universidades del país y de Latinoamérica.
Este año la Universidad reconocerá el aporte de las mujeres fundadoras a nuestra historia institucional. Entre otras, la pianista Inés Gebhard (fundadora del Conservatorio de Música), la arquitecta Gabriela González (que trazó lo que luego sería la Ciudad Universitaria), la paisajista Kate Taylor (quien estuvo a cargo del diseño ornamental del Jardín Botánico y de la Ciudad Universitaria), y artistas invitadas como la escultora María Martner (autora del mural de piedra en el Campus Isla Teja). Auxiliares, administrativas, académicas, alumnas, socias, directivas, han hecho de la UACh una institución al servicio del país, con un incuestionable rol público y estrecha vinculación con las comunidades.