Opinión: Valdivia en Temporada Baja
El turismo en Chile en general y en nuestra región en particular siempre ha debido enfrentarse al problema de la baja temporada, vale decir, esos meses del año en que prácticamente no hay nadie de vacaciones y por lo tanto la ocupación hotelera baja, las empresas que ofrecen tours y excursiones ven su demanda reducida de manera dramática, al igual que restaurantes y otros servicios orientados al turismo.
Desde hace más o menos dos décadas nuestra ciudad además se ha transformado en sede de reuniones, lo que ha permitido contar con una temporada de eventos que se extiende aproximadamente desde septiembre a diciembre y desde marzo hasta semana santa, ayudando en gran medida a reducir la época de baja demanda de las empresas turísticas. Pero que pasa entre abril y octubre, los meses de otoño e invierno, en que si bien las temperaturas bajan y llueve bastante, la ciudad y la región siguen teniendo mucho que ofrecer, en cuanto a cultura, vida nocturna y actividades orientadas al turista, que siguen funcionando durante todo el año, como las excursiones fluviales.
Pues bien, de un tiempo a esta parte nos hemos podido dar cuenta que se están desarrollando diversas actividades durante esta época del año que son muy atractivas y atraen público de distintas ciudades del país, como ferias, actividades en torno a la gastronomía y eventos deportivos, como la corrida “Torrencial” del pasado fin de semana, que convocó a más de mil personas de todo el país y que sin duda fue un gran impulso al turismo local, no solo por el aporte económico que significa tener esa cantidad de visitantes, sino por constituir una muestra del potencial de la región y la ciudad en los meses de invierno, tanto para quienes participan de la actividad, como quienes los acompañan o se informan a través de los medios.
El punto es: ¿La temporada baja se debe a la falta de turistas o a la falta de actividades? Al parecer se trata de esto último, por lo que se nos plantea un importante desafío a todos quienes trabajamos en turismo y es hacer de nuestro destino un lugar más atractivo para los visitantes durante todo el año y que el cambio a la temporada otoño- invierno se refleje sólo en los hermosos colores de nuestro paisaje. ¿Y si hace frío? ¿Y si llueve? no importa, de igual manera podemos disfrutarlo, después de todo “Lluvia es Vida”.