TRIBUNA CALIENTE: ¿NO HAY SALUD?
Seamos sinceros: una de las frases clichés de nuestro subconsciente nacional podría tener más realidad que ficción.
Por lo general, solemos decir que «no hay salud» cuando simplemente creemos que esta todo mal, tal vez pésimo. Pero cuidado, que ultimamente dos hechos puntuales que están en la contingencia nacional estarían demostrando que, aparentemente, en Chile realmente no hay salud.
Aunque es muy fácil criticar sin estar en el pellejo de los demás (opinología le llaman), resulta demasiado extraño que el Gobierno de Chile a través del Ministerio de Salud (Minsal) haya declarado el caso del menor Felipe Cruzat como «prioridad nacional» despúes de ¡60 días sin encontrar un donante!
O sea, ¿el Minsal estaría demostrando una vez más que existen pacientes de primera y segunda categoria? Es evidente, sin duda, que la falta de donantes existe. No en vano urge la necesidad de aprobar el proyecto de Ley que declara a todos los chilenos como donantes universales, salvo que el ciudadano declare ante notario lo contrario. Sin embargo, yo me pregunto cuantos Felipe Cruzat hay en Chile con el mismo drama de depender de un transplante para seguir con vida y que en muchos casos mueren esperando donantes que al final nunca llegaron.
¿Sera necesario llegar a estos extremos para que una persona pueda seguir viviendo? ¿Donde está realmente nuestra capacidad solidaria de la cual nos vanagloriamos como país en las catástrofes nacionales pero que sin embargo cuando se trata de dar VIDA aducimos motivos religiosos o cualquier otro subterfugio que nos permita eludir tal responsabilidad?
Otro caso digno de analisis pero que no provoca sino estupor es el reportaje emitido esta semana en el nuevo formato del informativo central de Canal 13, Tele13: la sangre en Chile se está agotando, y eso está provocando el surgimiento de un mercado negro que no garantiza en absoluto la calidad y estado de conservación de la sangre, donde sólo manda el dinero ofrecido por el mejor postor.
Si algo no me gustaria enfrentar en este momento, es la necesidad de hacerme una transfusion de sangre, pues con tantos casos de sangre contaminada con VIH dando vueltas en la salud pública, ese necesidad se transformaría eventualmente en una loteria: puede ser una condena a muerte segura o logras salvar tu vida porque Dios es grande.
Creo que ha llegado el momento de revisar detenidamente el estado de nuestro sistema de salud, antes que digamos con justa razón que en Chile «no hay salud».